la historia de la lucha contra el cambio climático, es la historia del capricho de los poderosos

Tomado del perfil de Facebook de Cimarronas

Celebrado cada 10 de noviembre, el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo destaca el importante papel de la ciencia en la sociedad, y la necesidad de involucrar a diversas audiencias en los debates sobre temas científicos emergentes; subrayando el rol que esta desempeña en nuestra comprensión del planeta que habitamos y en las soluciones para que nuestras sociedades sean más sostenibles.

El cambio climático y sus impactos en las sociedades humanas constituyen el desafío fundamental del siglo XXI. En 2021, la celebración destaca la importancia de “Crear comunidades preparadas para el cambio climático”.

Hasta 1968 no se incluyeron las cuestiones medioambientales en un punto específico del programa de la ONU y se acordó celebrar la Primera Cumbre de la Tierra, que tuvo lugar en 1972, en Estocolmo. Allí se planteó por primera vez la cuestión del cambio climático, sin que constituyese una preocupación central.

Es durante la década de los 80, cuando los efectos de la contaminación atmosférica, como el desgaste de la Capa de Ozono y el aumento de la temperatura media global, se hacen más evidentes y acuciantes, que este tema adquiere una preponderancia en los estudios científicos y el debate público.

Sin embargo, la historia de la lucha contra el cambio climático, es la historia del capricho de los poderosos:

En 2001, EEUU se retira del Protocolo de Kioto, tras una adhesión simbólica del gobierno de Clinton que nunca llegó a ser ratificada por el Congreso.

En 2009 la Conferencia de Copenhague no consigue un acuerdo vinculante para las partes.

En la conferencia del año siguiente, varios países industrializados no respaldan la prórroga hasta 2020 del Protocolo y, en 2011, Canadá lo abandona para eludir las multas por su incumplimiento.

En 2017, Donald Trump anuncia que Estados Unidos, otra vez, se retira del convenio.

En el último acuerdo ratificado en París, en 2015, se fijó como objetivo que el aumento de temperatura media global para este siglo nunca alcance los 2°, punto en que el cambio climático se vuelve irrevocable e insoportable en sus consecuencias.

Hoy, apenas comenzada la década del 20, la temperatura media ya está un grado por encima de su valor en la era preindustrial.

De la última Cumbre sobre el Clima en Glasgow, lo más notorio han sido las burlas por los incongruentes hábitos de consumo y el sueño inoportuno de sus asistentes y un escándalo por corrupción.

Ni el Protocolo de Kioto ni el Acuerdo de París, evitan, con su cumplimiento, el aumento de las temperaturas, solo aspiran a mitigarlo y ni siquiera esto se ha conseguido.

En este día de reflexión, les dejamos con un fragmento de las palabras pronunciadas por Fidel en la Cumbre de la Tierra de 1992:

«Hágase más racional la vida humana. Aplíquese un orden económico internacional justo. Utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido sin contaminación.»

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